Polvo eres

 


El montoncito de arena que se está formando a mis pies me hace sospechar algo.

Me deshago, me desintegro, me desvanezco… Muero.

“Polvo eres y en polvo te convertirás”. Y, así, estoy viendo cómo me voy.

Y, mientras muero, me doy cuenta de que ese montón de arena no soy yo. Yo ya no estoy. A mis pies está naciendo ella y esto es un nuevo Edén. Mi costilla no sirve. Eva nace de mi muerte y el Génesis es otro.

¡Vamos Eva! ¡Dalo todo! ¡Que la mujer está de moda en el siglo XXI!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bajantes

Los dueños de las palabras

Me lavo con agua clara y Dios pone lo demás