Estimado Sr. Tiempo
Estimado Sr. Tiempo , Permítame dirigirme a Usted con objeto de mostrarle mi máxima consideración y transmitirle mis más hondos pensamientos. Llegó Usted pausado, tranquilo, sosegado. Dando, permítame, “ tiempo al tiempo ” . Aportando sensatez a los plazos, equilibrio a los períodos, dimensión a la infancia y – m á s a ú n – a la juventud. Usted a disposición para uso y disfrute. Marcando la pauta. Sin presión. Dirigiendo el camino. Dando sensatez. Guiando hacia un incierto horizonte. Pero, le ruego, me explique el porqué de su urgencia repentina; el porqué de la locura de sus semanas; de no ver fluir los minutos. El porqué de las consecuencias de su paso; los efectos de los ciclos: “ n ” inviernos, “ n ” veranos, “ n ” oto ñ os y “ n ” primaveras; “ n ” lunes, “ n ” martes, “ n ” mi é rcoles, “ n ” viernes, “ n ” s á bados y “ n ” domingos … Le ruego me explique el porqué de su desorbitado comportamiento, de su abrupta aparición, de su descorté