Salidas
Cuando estudiábamos, y justo antes de empezar la
Universidad, la frase que más se escuchaba entre nosotros era "tiene
salidas" o "no tiene salidas". Nos referíamos obviamente a
carreras en las que pensábamos que podríamos tener un buen futuro. No creo que
fuéramos nosotros los que lo pensábamos, probablemente esa frase era aprendida
del discurso de unos padres preocupados por dar una buena vida a sus
hijos.
Lógico y normal. Incuestionable.
Él decidió hacer Derecho, ella Empresariales, aquel
decidió que haría Marketing y el de más allá que lo mejor era seguir por la vía
de Económicas, al fin y al cabo la economía es algo que siempre hay que
arreglar porque está tan mal distribuida que nos quedan muchas generaciones de
estudiantes por pasar por esa carrera hasta poner media solución...
Por no hablar del que decidió elegir la carrera de
Informática: ¡la carrera del futuro!
Así empezamos un primer curso, un segundo, un tercero,
un cuarto y un quinto... los correspondientes cursos con sus
correspondientes clases, sus correspondientes profesores y sus correspondientes
exámenes. Todo muy correspondiente y muy co-responsable.
A medida que pasaban los años quizá nos
familiarizábamos con la materia sin hacer mayor análisis. Avanzando con la
corriente. Es lo que debía ser.
De ahí a buscar un empleo con ese discurso
aprendido: "un buen empleo" "una buena empresa",
" estabilidad", "seguridad"... ¿palabras propias
o aprendidas?.
Una vez conseguido ese objetivo llegó el momento de
darlo todo con ahínco, con entrega, con trabajo, con responsabilidad... todos
esos valores que nos mostraron y demostraron las generaciones pasadas. Unas
generaciones que sufrieron y supieron lo que era no tener.
Y sí. Hay cierto orgullo de deber cumplido,
cierta satisfacción, dinero para llegar a fin de mes y quizá para unas
vacaciones en la playa. Efectivamente no se puede pedir más.
O sí...
Porque muchos de esos ahora buscan otras
"salidas". Muchos de ellos quieren huir de una rutina que les
aprisiona. Algunos quieren salir de procesos procedimientos y política de
empresa. La mayoría dejaron en el camino una ilusión que o bien se desvaneció o
se restringe a los fines de semana. Anhelan y sueñan con "otras
salidas"; con una gran puerta por la que salir.
Y en el camino hubo quien no se subió al carro y buscó
crear con dibujos o pinturas, con cámaras fotográficas, con estilográfica,
guitarra, arcilla, o hilo de coser. Hubo quien no pensó en salidas sino en las
entradas del mundo con el que soñaban.
Fueron por la senda del mundo de la incertidumbre, de
luchar por ideales, por vocaciones o por talentos escondidos y dejaron como
legado canciones, pinturas, esculturas, casas ubicadas en sitios
imposibles, alfombras tejidas con cariño en noches de desvelo y largas novelas
aderezadas de café.
Algunas de sus obras permanecen únicamente en sus
casas; otras corrieron mejor suerte y son admiradas por cientos de
ojos. Y todos ellos sintieron tocar el cielo en algún momento.
Así que tampoco ellos pueden pedir más.
O sí...
Comentarios
Publicar un comentario