Somos lo que éramos con 18 años





Somos lo que éramos con 18 años


Nunca me dio por hacer tratados. Ni atreverme con los estudios sociológicos. Lo más que recuerdo es "La teoría de la clase ociosa" de Sociología de algún curso de alguna carrera, que leí con esmero y atención y que sirvió digamos que - con el respeto de los libros porque todos, sin excepción, enseñan- para nada.

Me he dedicado a observar. Y lo he hecho sin ser consciente. He observado acentos, dejes, maneras, expresiones, vestimentas, actitudes, repeticiones, salidas de tono, escrituras, voces, tonos, comportamientos... 

Lo he hecho con, prácticamente, todas las personas que he encontrado a mi paso. Repito, sin ser consciente de ello, por la mera curiosidad de prestar atención al interlocutor o al locutor, dependiendo si "inter"actuaba o no...

Ni se me ocurriría escribir un artículo psicológico. Ni hablar del manido Freud, ni tan siquiera de la pirámide de necesidades de Maslow, que me parece hasta de alumno aventajado...

Pero me he dedicado a observar: razones, motivos, justificaciones... del pasado y del presente, de antecesores y propios, adquiridos o heredados... He visto claramente quién sí y quien no, y el papel importantísimo del amor en la persona.

Este diariosydiarios es, tan sólo, mi lugar donde volcar con palabras lo que pasa por mi vida y lo que paso yo mientras vivo la mía.

Y esto es sólo decir, que con 18 años está todo el pescado vendido. Sociológicamente y psicológicamente me atrevería a decir que las bases son tan sólidas que, 25 años después, no hay sorpresas.

Que me perdonen la escuela cognitiva-conductual y la sociología-económica-demográfica avanzada.

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